El Gobierno adoptó una serie de medidas fiscales para mitigar el impacto económico de las tensiones geopolíticas, como la guerra en Ucrania y los conflictos en Oriente Próximo, que han disparado los precios de los alimentos. Entre estas medidas destaca la reducción temporal del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en productos básicos, una iniciativa que comenzó el 1 de enero de 2023 y ha sido prorrogada en varias ocasiones.
Inicialmente, se eliminó el IVA de los alimentos que ya tenían un tipo reducido del 4%, como el pan, la leche, los huevos, y las frutas y verduras frescas, aplicándoles un 0%. Asimismo, se redujo del 10% al 5% el IVA de los aceites de semillas y de las pastas alimenticias. Estas reducciones estaban diseñadas para aliviar la carga sobre los hogares, especialmente aquellos con menores ingresos, que destinan una mayor proporción de su renta a la compra de alimentos básicos.
El 25 de junio de 2024, el Consejo de Ministros decidió extender estas reducciones hasta el final del año, pero con una modificación importante a partir del 1 de octubre. A partir de esta fecha y hasta el 31 de diciembre de 2024, se implementará una reversión progresiva de los tipos de IVA:
- Productos con IVA del 0%: Desde el 1 de octubre, el tipo del IVA para los alimentos básicos, incluyendo el aceite de oliva, subirá al 2%. Esto representa un ajuste parcial frente al tipo cero aplicado anteriormente, en línea con el mandato de la Comisión Europea de comenzar a retirar las medidas fiscales extraordinarias.
- Productos con IVA del 5%: Los aceites de semillas y las pastas alimenticias, que hasta el 30 de septiembre estaban gravados al 5%, verán un incremento del IVA al 7,5% durante el último trimestre del año.
Esta estrategia busca equilibrar la necesidad de seguir protegiendo a los consumidores vulnerables con la obligación de normalizar gradualmente la política fiscal en un contexto de estabilización de precios. El Gobierno también ha anunciado que, a partir del 1 de enero de 2025, el aceite de oliva pasará a tributar de forma permanente en el tipo superreducido del 4%, consolidando su consideración como un alimento básico.