El Plan de Control Tributario y Aduanero 2025, publicado en el Boletín Oficial del Estado, marca un antes y un después en la estrategia de la Agencia Tributaria para combatir el fraude fiscal. Una de las principales novedades será la identificación de discrepancias entre el nivel de vida y las rentas declaradas, lo que permitirá detectar posibles irregularidades fiscales en aquellos contribuyentes cuyo estilo de vida no se corresponda con sus ingresos declarados.

Para ello, la Agencia Tributaria cruzará información de múltiples fuentes con el fin de evaluar si los bienes, el consumo y las transacciones de los ciudadanos están alineados con sus declaraciones fiscales. Se prestará especial atención a propiedades de lujo, vehículos de alta gama, pagos con tarjeta, transacciones internacionales y redes sociales, donde en muchas ocasiones se exhibe un nivel de vida superior al que oficialmente se declara ante Hacienda.

Además, la vigilancia sobre grandes patrimonios y el uso abusivo de sociedades instrumentales será una prioridad. Se reforzará el control sobre aquellos contribuyentes que utilizan estructuras societarias para desviar ingresos personales y ocultar su verdadera capacidad económica. La Agencia Tributaria pondrá especial foco en operaciones irregulares, como la creación de empresas pantalla o la declaración de pérdidas recurrentes sin justificación económica.

El comercio electrónico y los pagos digitales también estarán en el radar del fisco. La Agencia intensificará la supervisión sobre operadores de plataformas digitales, criptomonedas y transacciones internacionales para evitar que sean utilizados como medios para evadir impuestos. La información procedente del sistema CESOP (pagos transfronterizos) y el intercambio de datos fiscales entre países europeos serán herramientas clave en esta estrategia.

Otro de los pilares del Plan 2025 será la lucha contra el fraude en el IVA. Se reforzarán las inspecciones en sectores de alto riesgo, como el comercio de hidrocarburos, los vehículos de importación y el turismo. Además, se revisará la correcta aplicación del tipo reducido de IVA en actividades económicas y se implementarán medidas para prevenir devoluciones indebidas del impuesto.

En el ámbito del control aduanero, la Agencia Tributaria se centrará en la subvaloración de mercancías y el comercio de bienes importados a través de plataformas digitales. Se prevé una mayor coordinación internacional para detectar fraude en importaciones y evitar la evasión fiscal mediante precios artificialmente bajos en aduanas.

El uso de inteligencia artificial y automatización será un factor clave en esta nueva estrategia de control. Se desarrollarán herramientas que permitirán analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real y detectar patrones de fraude de manera más eficiente. Sin embargo, la Agencia Tributaria ha dejado claro que la IA no tomará decisiones de forma autónoma, sino que será un complemento para mejorar la supervisión humana.

Por último, el plan también refuerza la colaboración con las Comunidades Autónomas y organismos internacionales. Se impulsará el intercambio de información sobre contribuyentes para mejorar la detección de fraudes transfronterizos, planificación fiscal agresiva y domiciliaciones fiscales ficticias en territorios con menor carga impositiva.

Con estas medidas, la Agencia Tributaria busca fortalecer la lucha contra el fraude y garantizar que todos los contribuyentes cumplan con sus obligaciones fiscales. La presión sobre quienes intentan evadir impuestos será cada vez mayor, y la vigilancia sobre el desfase entre ingresos declarados y nivel de vida real marcará la diferencia en la detección de irregularidades.

Más información: Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2025